En la actualidad el ser humano se destaca como el principal promotor del éxito en las organizaciones, dado su carácter estratégico en los tiempos actuales y venideros se considera una ventaja competitiva, que requiere una labor de fortalecimiento para responder a los nuevos retos de globalización. Sin embargo no siempre ha sido así, los modelos de gestión desarrollados en el campo humano han sido habitualmente enfocados a actividades netamente operativas, siendo la principal preocupación de la antigua gerencia lograr la máxima eficiencia como única vía para alcanzar las metas de organización, dejando de lado el componente humano