Los procesos de urbanización acelerados plantean retos sin precedentes en términos de producción y seguridad
alimentaria, entre otros. En Colombia, abordar las extensas implicaciones de este fenómeno requiere de esfuerzos
en el ámbito público que desarrollen aún más el sector agrícola y, por lo tanto, conduzcan al país hacia un
sendero de crecimiento sostenible e inclusivo socialmente. El éxito dependerá en parte de acciones políticas
orientadas a reducir la división socio-económica entre las zonas urbanas y rurales. Por ejemplo, las iniciativas
deberán estimular factores determinantes claves de desarrollo humano en las zonas rurales, promoviendo el
acceso a la tierra, mejorando la administración pública municipal y cerrando la brecha de género, entre otros