La sociedad de la información y del conocimiento (SIC) y la economía digital se cimentan sobre unas infraestructuras especiales: las infraestructuras digitales, que resultan de la unión de las infraestructuras de telecomunicación y las TIC.
Las infraestructuras digitales tienen el poder de transformar cualitativamente el territorio. Su magia radica en la capacidad de configurar nuevos territorios inteligentes que sustentan la SIC.
La ausencia de infraestructuras digitales en un territorio origina la brecha digital geográfica, que impide la incorporación de personas, comunidades y territorios a la SIC. Es un problema global que no afecta solamente a los países menos favorecidos, ya que en los países desarrollados se está anticipando una nueva brecha digital territorial asociada a las redes de fibra óptica, que afectará principalmente a las zonas rurales.
La ordenación del territorio tiene un importante papel que jugar en el despliegue de las infraestructuras digitales, sin embargo, ni la bibliografía ni los planes de ordenación del territorio abordan adecuadamente la planificación de estas infraestructuras. Los planes sectoriales y los instrumentos de planificación ambiental tampoco aprovechan las posibilidades que brindan las infraestructuras digitales.
Por otra parte, las medidas para el desarrollo de la SIC no contemplan la ordenación del territorio ni las posibilidades que ofrecen las infraestructuras sectoriales.
El factor territorial influye positivamente en el desarrollo de la SIC, pero su consideración en el planeamiento territorial y en la planificación en general encuentra una serie de obstáculos derivados del modelo de gestión de las telecomunicaciones, tales como son los problemas de información, de método y de comunicación/coordinación entre los diversos agentes involucrados. Para superar estas barreras es preciso avanzar hacia una nueva planificación digital, abierta y adaptativa, y emplear nuevos instrumentos metodológicos.
Además, la consideración del factor territorial requiere cerrar otras brechas, como la interdisciplinar, la que separa lo público de lo privado y el ámbito empresarial del académico.
Los conceptos desarrollados en el presente trabajo de investigación ya se están aplicando con éxito en el diseño de medidas públicas para el desarrollo de la SIC, tanto en el ámbito nacional como europeo.The information and knowledge society (IKS) and the digital economy are founded on special infrastructures: digital infrastructures, which result from the union of telecommunications infrastructures and ICTs.
Digital infrastructures have the power to qualitatively transform the territory. Its magic lies in the ability to configure new intelligent territories that support the IKS.
The absence of digital infrastructures in a territory originates the geographical digital divide, which prevents the incorporation of people, communities and territories into the IKS. It is a global problem that affects not only disadvantaged countries, since a new territorial digital divide associated with fiber optic networks is being anticipated in developed countries, which will mainly affect rural areas.
Spatial planning has an important role to play in the deployment of digital infrastructures; however, neither the bibliography nor the land-use plans adequately address the planning of these infrastructures. Sector plans and environmental planning instruments also do not take advantage of the possibilities offered by digital infrastructures.
On the other hand, the measures for the development of the IKS do not contemplate the spatial planning nor the possibilities offered by sectoral infrastructures.
Territorial factor positively affects the development of the IKS, but its consideration in spatial planning and in general planning encounters a series of obstacles derived from the model of telecommunications management, such as information problems, method problems and communication/coordination problems among the various agents involved. To overcome these barriers, it is necessary to move towards a new digital planning, open and adaptive, and use new methodological tools.
Moreover, consideration of territorial factor requires closing other gaps, like the interdisciplinary and the one that separates public from private and business from academic world.
The concepts developed in the present research work are already being successfully applied in the design of public measures for the development of IKS, both at national and European level