Abstract

La doctrina de Obama fomentó y facilitó un nivel de compromiso con Cuba que cambió fundamentalmente las relaciones bilaterales entre Cuba y los Estados Unidos y la alejaron de la confrontación, contrario a sus predecesores. Durante los primeros dos años después del 17 de diciembre, el acercamiento con Cuba fue prometedor para garantizar cooperación y armonía hemisférica, así como para mayores beneficios sociales, económicos y de seguridad para Cuba y sus vecinos del Caribe. Sin embargo, a medida que el mundo se adecúa a la nueva administración en Washington, la cuestión de Cuba se ha vuelto a cargar de consideraciones geopolíticas. De hecho, la región del Caribe está atrapada en una telaraña de incertidumbre, ya que la amenaza de parte de Washington para ahogar el compromiso constructivo con Cuba es real. La presidencia de Trump ha desatado legiones de incertidumbres sobre Cuba, el Caribe y la región latinoamericana. Este libro da cuenta de el complejo entramado de relaciones en las diversas actividades de la política, la economía y las relaciones diplomáticas cubanas

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