Dentro del control y prevención de la fiebre aftosa (FA) pueden incluirse una colección de políticas y acciones diseñadas para, conjuntamente, evitar la aparición de brotes por un lado o, por otro, controlar aquellos que surjan y, finalmente, eliminar el virus de la fiebre aftosa de una zona. La política sanitaria en vigor en la Unión Europea está basada en el control exhaustivo de la importación, vigilancia, diagnóstico rápido e imposición de medidas de erradicación adecuadas tras la detección de FA, y responde al modelo a adoptar por cualquier país libre de FA. Esta decisión, drástica y tremendamente costosa, está comenzando a ser revisada por los países que la aplican, a lo que está ayudando la existencia de pruebas diagnósticas que permiten diferenciar animales vacunados de infectados