1 PáginaOír hablar a los jóvenes universitarios, hoy por hoy,
resulta, para algunos usuarios del sistema lingüístico,
incomprensible y hasta ofensivo; para otros, gracioso, festivo,
natural, original y propio de esa edad temprana. Esos actos
de habla utilizados en la cotidianidad por los jóvenes, entre
los 16 y los 25 años, se caracterizan por los mecanismos
de creación o recreación y la resignificación morfológica,
semántica, léxica y fraseológica, usada para comunicar
ideas, sentimientos o emociones; palabras, frases u oraciones
entendibles solo por ellos y por el grupo al que pertenecen;
aquí no hay posibilidades para los mayores o personas que
no correspondan a esos combos, parches, tribus urbanas o
galladas. Para hacerlo hay que entenderlos, hablar como ellos y,
además, contar con la aceptación del duro, jefe, bacán, patrón,
parce, güevón, llave, ñero, ñámpiro o del socio que acepta su
presencia en el grupo