El mismo mar de todos los veranos de Esther Tusquets narra la tormentosa relación erótica y emocional de una mujer de la alta burguesía catalana, casada y desencantada, que ejerce de profesora de literatura, con una joven estudiante latinoamericana, apasionada e ilusionada, llamada Clara. Celebrada dentro y fuera de España por la osadía con la que representa el deseo lésbico y el placer femenino, la novela de Tusquets —publicada en 1978, el año de la ratificación de la
Constitución democrática y de la despenalización de la homosexualidad, unos tres años después de la muerte de Franco — constituía a la vez una tónica y un revulsivo para un público lector acostumbrado a la ñoñería del discurso sexual, o más bien antisexual, del régimen dictatorial