El título Pensar la infancia condensa un doble desafío: profundizar el
compromiso intelectual de comprender la complejidad de la infancia como
fenómeno social, y abrir nuevos espacios de discusión con los actores y sectores
que trabajan en este campo. La complejidad se expresa en la amplitud y
creciente diversificación de ámbitos desde los que la infancia es abordada (en
particular desde la vigencia de la Convención Internacional sobre los Derechos
del Niño de 1989), y en los problemas sociales que afectan especialmente
a niños, niñas y adolescentes, y que son cada vez más visibles