En los últimos años algunos países progresistas de América Latina han realizado cambios a sus leyes que regulan los medios de comunicación, con especial énfasis sobre los medios audiovisuales1 que explotan el espacio radioeléctrico. Una cuestión que comparten estas nuevas leyes de comunicación es el criterio de reorganizar las concesiones de radio y televisión, con el compromiso de entregar un tercio de estas frecuencias a los medios constituidos por organizaciones sin fines de lucro, que son denominados medios comunitarios. Además, en varios casos, como el ecuatoriano, también se reserva otro tercio de las frecuencias para medios de organismos públicos. Estos cambios posibilitarían que en el mediano plazo el sector comunitario y público posean, en conjunto, la mayor parte de las frecuencias de los medios audiovisuales en varios países de la región. En teoría tendríamos un conjunto de espacios antes acaparados por el sector privado, que deben pasar a manos de sectores fuera de unalógica estrictamente mercantil para la realización de sus producciones. En este marco nos preguntamos, ¿qué posibilidades existen para un relanzamiento de propuestas de comunicación orientadas, en un sentido amplio, hacia la educomunicación?2 Trataremos de ensayar respuestas a esta pregunta tomando como referencia el caso ecuatoriano y los desafíos, entendidos como logros y limitaciones, que plantea su nueva ley de comunicación.In the last few years, some progressive countries in Latin America have made changes to laws that regulate media, with a particular emphasis on audiovisual media that make use of radio broadcast ing space. A key feature shared by these new media
laws is the criteria for reallocating radio and TV
concessions, with a compromise of assigning a third
of these frequencies to non-governmental organizations,
referred to as community media. Moreover,
in several cases, as in Ecuador, another third of the
frecuencias are reserved for public institutions. These
changes would allow, in the medium term, for community
and public groups to own most of the range
of audiovisual media frequencies in several countries
in the region. In theory, we would have spaces that
had been previously hoarded by the private sector,
now in the hands of groups outside of the strictly
commercial rationality used for their own benefit. In
this context, we ask, what possibilities are there for a
relaunch of communication proposals oriented, in the
general sense, to “educommunication” (educational
communication)? We will attempt to provide answers
by using Ecuador as a reference for both challenges,
learned successes, and limitations under the new Law
of Communication