De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Migración (INM), 3,700 migrantes originarios de Haití, Nigeria y El Congo, entre otros países africanos, residen en Baja California. La gran mayoría de estos migrantes han llegado al norte del país con el sueño de cruzar hacia Estados Unidos; sin embargo, debido a las políticas de inmigración represivas estadounidenses, dichos extranjeros se han visto obligados a permanecer en el territorio nacional indefinidamente. Frente a esta nueva crisis migratoria que sufre nuestro país, diversas organizaciones cristianas y de protección social han brindado ayuda humanitaria a los migrantes