Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales
Abstract
Que a días de una elección aún no se conozca a ciencia cierta quién ha sido el ganador habla a las claras de un gran fracaso político colectivo. Pero más aún, si el proceso eleccionario ha tenido lugar en un país que, como México, creía haber entrando hace seis años en el terreno real de la democracia de partidos. Después de casi setenta años de funcionamiento de un sistema de partido único que, como gustaba decir a los dirigentes del Partido Revolucionario Institucional había sido más longevo que el soviético, con el Partido Comunista de la Unión Soviética, las elecciones presidenciales de 2000 parecieron la entrada de México al universo de las democracias pluralistas.Fil: Abal Medina, Juan Manuel. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas; Argentin