A new type of monetary policy rule designed to achieve both price and output
stability has increasingly been recommended during the last business cycle expansion, prior to
the 2007 crisis. This type of rule implies “active” reaction functions. Based on the new Keynesian
approach to monetary economics, these rules prescribe an active response by the central bank
in the face of any shock that shifts prices or output from target, which leads to excessive money
creation. Here, a less active type of reaction function is proposed; one in which price stability is
the long run target, but permitting prices to respond to changes originating in real disturbances.
It is argued that the resulting policy delivers outcomes preferable to currently popular rulesDurante la última etapa expansiva de la economía, previa a la crisis iniciada en
2007, se propusieron nuevas reglas monetarias dirigidas a estabilizar tanto la inflación como la
actividad económica alrededor de ciertos objetivos. Este tipo de reglas implican la intervención
frecuente en la economía a través de la aplicación de funciones de reacción activas. Basadas
en modelos Neo-Keynesianos, estas funciones de reacción prescriben la intervención activa del
banco central para corregir cualquier desviación de la inflación y del output gap de sus objetivos,
lo que conduce a un exceso de creación de liquidez en la economía. En su lugar, proponemos
en este trabajo una función de reacción menos activa, que tenga un objetivo de estabilidad de
precios a medio y largo plazo, pero que permita las variaciones de precios debidas a cambios
en la productividad. Concluímos que este tipo de reglas menos activas conducen a mejores
resultados que las funciones basadas en la conocida regla de TaylorThis paper was developed whilst Juan Castañeda was a visiting scholar in Cass Business School and received financial support from Fundación Caja de Madrid and UNE