La aceptación general del conocimiento como recurso y capacidad de producción más
valioso ha sido, desde las últimas décadas del siglo XX, el aspecto que ha modificado el nuevo
enfoque del análisis económico y el dinamizador de los procesos de cambio en la estructura y
comportamiento de la sociedad y de su economía, lo que ha llevado a incorporar dicho concepto
en su calificación. En consecuencia, la literatura económica ha sido prolífica en el tratamiento
del tema, con nuevos enfoques que analizan los procesos de creación, desarrollo, medición y
gestión de intangibles, basados en conocimiento en las organizaciones y en la economía en su
conjunto.
Todo lo cual ha dado lugar a una cierta confusión y desorden cognitivo, lógico-semántico,
con la emergencia del nuevo paradigma y sus disciplinas explicativas, motivado por no darse
cuenta dicha literatura de las dimensiones, en especial epistemológica y ontológica, que
conforman el conocimiento como «acción y efecto de conocer». Cuestión que exige una reflexión
que permita formular una propuesta conceptual interdisciplinar y una terminología más adecuada
al contenido científico deseado, dada su naturaleza compleja por el carácter multidisciplinar del
conocimient