Universidad Autónoma de Madrid. Grupo de Estudios de Relaciones Internacionales (GERI)
Abstract
Este artículo muestra el carácter contradictorio en las subjetividades que ponen en juego
migrantes mexicanos de origen rural al insertarse mayoritariamente al mercado de trabajo
de los restaurantes y a la vida en Nueva York. Teniendo “el poder despótico del capital” y la
“fuga” del “trabajo vivo” como ejes polares de las relaciones de poder en las que se mueven
los migrantes, se muestra, con base en un caso etnográfico, que las subjetividades y las
prácticas nunca se mueven en un sólo sentido de estos polos, sino que están atravesadas
por el antagonismo. Así, se analiza cómo los migrantes se disciplinan, al mismo tiempo
que desafían el carácter embridado del trabajo que realizan en los restaurantes, donde la
disposición y explotación de su mano de obra se produce por una combinación de ilegalización,
precarización y subjetivación. En consecuencia, se presentan distintos sentidos de “fuga”
desde el punto de vista de las visiones de los migrantes en torno a la subordinación y a
la disciplina del trabajo en Nueva York, en contraposición a la subordinación del trabajo
campesino en su localidad de origen, desde el punto de vista de un campo multipolar de
defección y sustracción, en donde las “fugas” parecen más las marcas de un proceso tenso y contradictorio de transiciones constantes, que líneas unidireccionales de huidaThis article deals with the contradictory nature of the subjectivities that mexican rural
migrants in the United States put into play as they join the catering industry labor market
and social life in New York. Considering the ‘despotic power of capital’ and the ‘flight’ of
active labour as two poles of power relations in which migrants feature, this paper will
show that the subjectivities and practices never move in one direction within these poles,
but that they are crossed through with antagonism. Thus, the analysis will concern how
migrants are disciplined, as they defy the restrained character of the work they carry out
in the restaurants, where the disposition and exploitation of their labour is produced by
a combination of illegality, precarity, and subjectivization. As a consequence, different
meanings of ‘flight’ are introduced from the point of view of the migrants and in relation to
the subordination and the discipline of the work in New York. This can be contrasted with
the subordination of the rural work in their place of origin, from the viewpoint of a multipolar
field of defection and subtraction, where the ‘flight’ appears to be more the marking of a
tense and contradictory process, than a one-directional line of escap