Situación clínica : Un intento de ritornelo

Abstract

El presente trabajo se desprende de una experiencia de capacitación clínica (Ulloa, 1973) en el marco de Psicoterapia II, una materia de 5º año de la Licenciatura en Psicología en la UNLP. Allí se propone experimentar y transmitir diversas prácticas de intervención en las que puede participar un psicólogo en dispositivos y ámbitos multipersonales. El objetivo es visibilizar que la pertinencia de la intervención del profesional psi no se reduce al ámbito de la cura y la psicopatología sino que se extiende a toda tramitación de conflictos, malestares y sufrimientos. Para ello es imprescindible considerar no sólo la semiótica significante y el plano de las representaciones, sino que resulta fundamental además, percibir la dimensión de los cuerpos, las disposiciones físicas y espaciales, los movimientos, lo escénico. De esta manera, no sólo la escucha sino también la mirada y las propias afectaciones resultarán imprescindibles para hacer lectura de las situaciones que llamamos clínicas, poder pensarlas e intervenir. Despojado el oficio psi de la necesidad del dispositivo de cura individual y arrojado a la multiplicidad de dimensiones mencionadas, nos interesa empezar a delimitar cuál es la pertinencia del profesional psi así como la entendemos. Nos encontramos utilizando expresiones tales como: “Estar psicólogos” o “estar clínicos” para dar nombre a esa especificidad que entendemos como posicionamiento orientado por una ética situacional que permite habitar, hacer lectura, pensar e intervenir en situación. Nos parece encontrar en la expresión de situación clínica una noción ordenadora. Pero, ¿a que nos referimos con situación clínica?, ¿es un concepto exclusivo de la psicología?, ¿cómo lo pensamos desde nuestro campo disciplinar? Estas preguntas nos convocan. Entonces, nos proponemos trabajar diversas conceptualizaciones de situación clínica extraídas de diversos ámbitos y ponerlas a dialogar con las experiencias vivenciadas durante las clases prácticas del segundo cuatrimestre de 2014 con los estudiantes de 5º año de Psicología de la UNLP, a los fines de poder aproximar una formalización. El recorrido inicia analizando las definiciones que refieren al ámbito de la clínica con pacientes terminales, esta alude a un entramado de elementos heterogéneos que desbordan la mera patología. No se trata sólo del enfermo y su dolencia, aunque no es sin ello, sino que la lectura clínica se complejiza al introducir la singularidad de un entretejido de dimensiones que incluyen el contexto, dentro del cual se menciona también al equipo terapéutico como elemento que compone esa situación a considerar. Este modo de pensar la situación clínica traza los puentes que nos hacen pensar en nuestro terreno disciplinar, y es ahí donde indagamos las definiciones aportadas desde distintos autores psi con las que complejizamos las anteriores. La situación clínica como articulador presenta la complejidad de una situación multideterminada. En una situación cada quien porta sus modos de estar y compone desde allí con otros, un modo de estar clínico que podría explicarse desde esta propuesta de estar en situación. No se trata de un estar desde la expertez, como quien viene a dilucidar cuál es mal que aqueja a los otros, sino desde la disponibilidad a pensar y poner a trabajar un malestar, propiciando así la conformación de un común que se sostenga en la existencia de un problema a resolver con otros. Estar disponibles a la producción de un problema común es ya una orientación para la intervención y la pertinencia clínica. Aproximar una noción de situación clínica nos permite delimitar un ritornelo que nos oriente en las vertiginosas y múltiples prácticas a las que nos convoca el “quehacer psi”. Nuestra apuesta remite a cómo transmitir y componer con los estudiantes, futuros psicólogos en formación, el posible registro de las mismas, el recorte, la lectura, las operaciones y posibles intervenciones a la hora de poder pensar juntos esa situación. En el trabajo en los prácticos, junto con los estudiantes comenzamos a pensar la pertinencia de estas experiencias respecto del trabajo de un psicólogo: estar con otros en un quehacer vinculado a un padecimiento subjetivo; detectar una situación que produce malestar y con ella despertar la potencia de actuar al respecto, proporcionándonos un mejor estar. Consideramos necesario hacer este análisis desde diferentes acepciones para poder sentar las bases que nos permitan elucidar un concepto que acompaña toda la formación de los psicólogos, que a su vez es compartido por otras disciplinas, y que por esto mismo nos permite poder ir construyendo un lenguaje común a la hora de posicionarnos frente a otros que sufren o padecen.The following paper arises from a clinical training experience (Ulloa, 1973) in Psychotherapy II, a 5th yearsubject of the Psychology Degree in UNLP. The purpose there is to experiment and transmit several ways of intervention in which a psychologist may participate in multipersonal devices and fields. The aim is to demonstrate the relevance of psi professional intervention, not reducingits practice to healing and psychopathology, but extending it to different ways of coping with conflicts, pains and sufferings. For getting there, is essential to consider not only the signifier semiotics and the level of representation, but also to take into consideration the dimension of the bodies, physical and spatial disposition, movements, scenic. Therefore, listening but also the look and afections itself will be essential for reading those situations that we call clinics, to think about them and to intervene. Watching the Psi with that light, we are interested in starting to define what´s the relevance of professional psi as we understand it. We found ourselves using expressions such as "being psychologists or "being clinical" to name what we consider to be a position guided by situational ethics that allows to live, to read, to think and to intervene in situations. We seem to find an ordering notion in the expression “clinical situation”. But what are we talking about when we say clinical situation? Is a unique concept of psychology? How do we think it from our disciplinary field? These questions bring us together. So, we intend to work different conceptualizations of this term, drawn from various fields and make them dialogue with what we experience during the second semester of 2014 classes with 5th year students of Psychology UNLP, in order to being able to approximate a formalization. The path begins analyzing those definitions that refers to the way of intervention with terminal patients; heterogeneous elements networks that goes beyond the mere pathology. It is not only about the patient and his illness, although not without it, but the clinical interpretation becomes more complex when we introduce other dimensions such us the context within which the therapeutic team is also an element that makes up that situation. This mindset about the clinical situation traces bridges that make us think about our field discipline, and there is where we investigate definitions from different author’s psi which complements the above. The clinical situation as articulator has the complexity of a situation multidetermined. In a situation everyone carries their ways of being and up from there with others, a clinical mode could be explained from this proposal to be in position. It is not a being from the Expertise, as one who comes to elucidate what ails the other , but from the willingness to think and put to work an upset , thereby facilitating the formation of a joint that is based on the existence problem solve with others. Be available to production is a common problem and an orientation for intervention and clinical relevance. Approximating a notion of clinical situation allows us to define a refrain to guide us in the dizzying and multiple practices which the "psi task” calls us. Our intention is to transmit, compose, and think with the students, future psychologists, the possibility of recording, scraping, reading, operates and intervenes on those clinical situations. In classes, in a joint effort with students, we start to think the relevance for the psychologist work of those experiences: being with others on a task linked to a subjective condition; detect a situation that brings about suffering and within the possibility of awake the potency to act on it. We consider necessary this analysis from different meanings to lay the foundations which enables us to elucidate a concept that accompanies the entire training of psychologists, also shared by other disciplines, and that therefore it allows us to start building a common language in which we could stand to treat suffering.Trabajos libres: Enseñanza de la PsicologíaFacultad de Psicologí

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