Kitesurf: "ver el mundo cabeza abajo"

Abstract

El Kitesurf, como toda practica, no puede reconocer un solo origen, un creador único; y mucho menos un momento preciso. Deberíamos tomar dos posiciones diferentes para poder trazar un camino por lo menos difuso en sus definiciones: por un lado, posicionados desde una corriente continuista (el deporte es tan viejo como el hombre) donde podemos encontrar datos que ubican las raíces, motivaciones e inspiraciones del Kitesurf como bastantes antiguas; estos intentos se remontan al siglo XII en donde varias comunidades, sobre todo pescadores y marineros de Asia, intentaban utilizar la fuerza de los barriletes (cometas o kites) para arrastrar distintos vehículos, en general embarcaciones, que permitieran el desplazamiento de forma más rápida y amplia para la búsqueda del alimento necesario para subsistir. Por el otro, posicionados desde una corriente rupturista (el deporte es una práctica originada en la sociedad europea moderna y está cargada de los sentidos y significados propios de esa sociedad) podríamos decir que debido a su juventud como práctica, su historia aun se está escribiendo; pero el hecho histórico que más se relaciona con la creación del Kitesurf se da en la década de los 80, según los datos recogidos en la investigación, donde unos hermanos franceses (Legaignoux) inspirados al ver un catamarán impulsado por una cometa de dos líneas (similar a un parapente), encontraron una respuesta a la necesidad de contar con una actividad alternativa a la práctica del en torneos en los que las condiciones de viento no resultaban suficientes para el desarrollo de las competencias; es por ello que se los considera como los que iniciaron el camino de este deporte.Eje temático: Estudios sociales del deporteFacultad de Periodismo y Comunicación Socia

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