El 16 de enero de 1893, don Juan Valera, que acababa de sufrir un desaire urdido contra él por altos dignatarios de la diplomacia vaticana', era nombrado embajador en Viena. El 27 de febrero tomaba posesión, y el 21 de marzo presentaba sus credenciales ante S. M. Imperial. Unos meses después, el 29 de julio, escribe al dramaturgo Tamayo y Baus, refiriéndole, con todo lujo de detalles, los pormenores de la vida vienesa en sus vertientes frivola y social