El lindano es un plaguicida organoclorado que ha sido
muy utilizado en agricultura y también en salud pública
para el control de vectores, presentando la capacidad de
ser un disruptor endocrino. Actualmente su empleo está
prohibido en los países occidentales, aunque el riesgo
de exposición no ha desaparecido todavía debido a su
carácter persistente en el medio ambiente, así como por
su capacidad de acumulación en la grasa de los tejidos.
La oveja, a pesar de no ser un animal de vida libre, puede
ser utilizada en la biomonitorización ambiental de la
presencia de contaminantes orgánicos persistentes en
los ecosistemas en los que se desarrolla