En concordancia con el espíritu de la Declaración de la Iniciativa sobre Acceso Abierto de Budapest, la Carta de ECHO y la Declaración de Bethesda sobre Publicación para Acceso
Abierto, se redactó la Declaración de Berlín para promover Internet como el
instrumento funcional que sirva de base global del conocimiento científico y la reflexión humana, y para especificar medidas que deben ser tomadas en cuenta por los encargados de
las políticas de investigación, y por las instituciones científicas, agencias de financiamiento, bibliotecas, archivos y museos