Universidade de Santiago de Compostela. Servizo de Publicacións e Intercambio Científico
Abstract
La historia de un autor consagrado puede ser reescrita, porque los documentos literarios
que han logrado sobrevivir a los estragos del tiempo no permanecen estáticos.
Para ampliar el corpus dramático de Quevedo y aportar inéditos fue conveniente
trazar un recorrido por aquellas bibliotecas que aparecían mencionadas en catálogos
posteriores a la edición de José Manuel Blecua (1981).
En la Biblioteca Nacional de Lisboa había consultado el catálogo de Miranda, Manuscritos
quevedianos en las bibliotecas portuguesas (1988), que fue una magnífica guía. La autora
lamentaba que los hispanistas del Siglo de Oro apenas hubieran aprovechado el filón
de las bibliotecas lusitanas, nación que en vida de Quevedo estuvo anexionada a España.
También me fue sumamente útil el Catálogo de los manuscritos de Francisco de Quevedo
en la Biblioteca Nacional de Isabel Pérez Cuenca (1997).
Asimismo, creí conveniente explorar el fondo Sedó del Institut del teatre de Barcelona,
que cuenta con una nutrida colección de documentos teatrales y que en los años
ochenta todavía formaba parte de una biblioteca privada