Las drogas de abuso han sido consumidas desde los tiempos más remotos, siendo en aquel enton
ces su uso muy restringido, por la poca disponibilidad de las mismas, a rituales místico-religiosos
y a tratamiento de algunas enfermedades. Con la revolución industrial en el siglo XIX, los labora
torios farmacéuticos extraen los principios activos de las plantas y sintetizan sus derivados,
pasan do a ser consumidas en mayor escala.
La década de los sesenta fue marcada por el aumento espectacular en el consumo de estas sustan
cias, pero especialmente en grupos sociales concretos y dentro de una revolución contracultural.
Con el paso de los años se difundió a todos los estratos sociales, y con edades de inicio en el
con sumo cada vez más precoces.
En las últimas décadas la heroína fue uno de los principales temas de preocupación con respecto al
mundo de las drogas que afectaba, fundamentalmente, a una población marginal; pero hoy los patrones
de consumo han variado. Los jóvenes son protagonistas de consumos excesivos de alco hol, cannabis,
cocaína y drogas de síntesis, todos ellos con fines recreativos en contextos lúdicos, de los cuales
se derivan numerosas consecuencias que afectan, no sólo a la salud del individuo, sino también al
entorno en que se desenvuelve y a la propia sociedad.
Describiremos pues de forma resumida las características de las principales drogas, ya sean lega
les o ilegales, de uso más extendido, haciendo especial hincapié en aquellas que a día de hoy son
consumidas por mayor número de personas y por tanto con mayores consecuencias negativas