En la conferencia sobre Desarrollo Rural de
Salzburgo en 2003, se reconocía la diversidad de Europa en
cuanto a sus paisajes, sus sistemas de producción, así
como a su capacidad de retener y atraer población. Es en
este punto donde realizamos nuestra contribución, para que
el hecho de pertenecer a un núcleo rural no suponga una
depreciación de la calidad de vida y del bienestar. Surge así
la necesidad de evaluación, no sólo de las necesidades de
la población rural sino de la valoración del bienestar rural,
entendido el término como complejo y de difícil valoración.
Por otra parte, la Unión Europea señala que el desarrollo
rural se basa en mejorar la calidad de vida, interviniendo en
la calidad ambiental, el nivel de renta y las condiciones de
vida y trabajo. La evaluación de la calidad de vida, se puede
acometer mediante la creación de un marco conceptual de
cálculo, donde se reflejen conjuntamente las distintas
variables que intervienen en el análisis, mediante la
creación de una batería de indicadores multivariable. En
esta aproximación al conocimiento de la calidad de vida se
realizó una diferenciación espacial en 22 comarcas de
Galicia, tomando como base el concepto del bienestar rural
y la opinión de los agricultores