El objetivo del capítulo es poner de relieve toda la problemática suscitada en la conformación del municipio constitucional de un pequeño pueblo giennense, Ibros, que, a los conflictos provocados por el nuevo sistema que se
diseñaba en el texto constitucional, añadía los derivados de una peculiar y curiosísima
estructura caracterizada por la mezcla de un territorio de realengo y otro de
señorío en el mismo término