Este trabajo defiende que el desarrollo del enfoque de los mercados de trabajo segmentados —MTS— marca un importante punto de inflexión en el análisis laboral, al invertir la metodología de análisis de la estructura que presentan los mercados de trabajo y al poner de manifiesto la multiplicidad de factores que intervienen en la estructuración de los mismos. La hipótesis central de este enfoque es que en el mercado de trabajo existen diferentes segmentos cuya existencia no queda explicada completamente por el nivel de cualificación de la población, como defiende la teoría del capital humano, sino que los determinantes de esta estructura pueden estar asociados a factores vinculados a la demanda, a la oferta de trabajo, a procesos históricos, o a otros factores tradicionalmente considerados externos al modelo convencional, como el ámbito familiar, la zona de residencia o, el entorno socio-demográfico del individuo.
Este trabajo de investigación estudia la diversidad de factores que intervienen en la configuración de los mercados laborales segmentados y la marcada dimensión territorial de los mismos.
La dimensión territorial de la segmentación laboral, aunque implícita en los trabajos empíricos que empiezan a surgir a partir de los setenta —fundamentalmente entre aquéllos que se desarrollan bajo la tercera generación de institucionalistas-segmentacionistas, como muestran los capítulos 2 y 3—, ha tenido un escaso impacto sobre la evolución del análisis segmentación laboral local, pese a la riqueza de sus aportaciones. Las diferencias que se observaban en las estructuras del empleo resultantes en los distintos trabajos empíricos, condujeron a que muchos de estos trabajos fuesen declarados como excesivamente empíricos y localistas. Quizás este hecho provocase el lento desarrollo de la dimensión territorial del empleo al desplazar el debate, entre defensores y detractores del enfoque de la segmentación, más hacia la supuesta incapacidad del modelo segmentacionista para demostrar de forma empírica y generalizada la existencia de dos segmentos, que hacia el estudio de los fundamentos de la estructuración de los mercados como vía para combatir los problemas desigualdad, discriminación y pobreza de los mercados de trabajo.
Bajo la concepción del mercado laboral defendida en este trabajo estos trabajos lejos de reflejar la inoperatividad del enfoque segmentacionista mostraban, bajo una metodología inductiva y multidimensional, que la segmentación laboral lejos de ser universal, venía determinada por combinaciones particulares de factores de diferente naturaleza: sociales, económicos, institucionales, culturales e incluso familiares. Una diversidad que difícilmente puede implementarse en único modelo generalizable a todos los mercados.
Bajo estas premisas las hipótesis planteadas en este trabajo son: 1) que la oferta de trabajo participa activamente en la configuración de los segmentos —conforme a los principios defendidos desde la tercera generación de institucionalistas-segmentacionistas—; 2) que de la misma forma que existe una estructura del empleo, existe también una estructura del desempleo. El estudio complementario de ambas y de los elementos determinantes de las mismas, puede resultar e gran utilidad, no sólo, porque contribuye a mejorar el conocimiento sobre el funcionamiento de los mercados de trabajo, sino también, porque ayuda a establecer líneas de acción más ajustadas a las necesidades de generación de empleo en los territorios y 3) que es en el territorio donde los factores socio-económicos, personales, institucionales y ambientales se concretan dando lugar a procesos de estructuración del mercado diferentes.--------------------------- This work defends that the development of the segmented labour market approach marks a relevant turning point in labour analysis, as it inverts the methodology analysis of the labour market structure and shows the numerous factors that take part in their structuring. The central hypothesis of this approach is that in the labour market there are different segments whose existence is not completely explained by the qualification level of the population, as stated by the human capital theory, but rather that the determining factors of this structure can be associated to factors related to demand, job offer, historical processes, or other factors traditionally considered external to the conventional model, such as the individual’s family environment, area of residence, or socio-demographic environment.
This research work studies the diversity of factors that take part in the structuring of segmented labour markets and their marked territorial dimension.
The territorial dimension of labour segmentation, although implicit in the empirical works starting in the 1970’s –mainly those developing under the third generation of institutionalists-segmentationists, as shown in chapters 2 and 3–, has had a low impact on the evolution of the analysis of local labour segmentation, despite the richness of its contributions. The differences observed in employment structures resulting from the different empirical works led many of these works to be considered excessively empirical and localist. This fact may have caused the slow development of the territorial dimension of employment, as it has displaced the debate among defenders and detractors of the segmentation approach more towards the supposed inability of the segmentationist model to prove in an empirical and generalized way the existence of two segments, rather that towards the study of the fundaments of market structuring as a way of tackling the problems of inequality, discrimination and poverty of the labour markets.
Under the labour market conception defended by this thesis, far from reflecting the ineffectiveness of the segmentationist approach, these works showed, under an inductive and multidimensional methodology, that labour segmentation, far from being universal, is determined by specific combinations of factors of a different nature: social, economic, institutional, cultural, and even family factors. This diversity can hardly be implemented in a single model generalizable to all markets.
Under these premises, the hypotheses stated in this work are that: 1) job offer participates actively in the configuration of segments –according to the principles defined by the third generation of institutionalists-segmentationists–; 2) similarly as there is an employment structure, there is also an unemployment structure. The complementary study of both hypotheses and their determining elements can be very useful not only because it helps improve the knowledge about the operation of labour markets, but also because it helps establish lines of actions that better adapt to the needs of employment creation in the territories; and 3) it is in the territory where socio-economic, personal, institutional and environmental factors are shaped, resulting in different processes of market structuring