El proceso de internacionalización se soporta claramente en una actitud y en una capacidad emprendedora que necesita de un esfuerzo para la elección acertada de la estrategia de entrada, además del establecimiento de un enfoque progresivo de adaptación al medio que, en el caso de ALSA, ha resultado un proyecto de éxito. Los caracteres socioeconómicos de China implican una importante apuesta por el mestizaje de culturas y el gobierno de los conocimientos que, de forma bidireccional, se generan en el proceso de expansión. Los datos que arroja el caso y que muestran claramente el perfil emprendedor de ALSA, configuran un ejemplo que, a modo de mejor práctica, puede servir de marco de referencia para el análisis y desarrollo de otros procesos estratégicos de internacionalización
