La línea de torres almenara levantadas en el litoral atlántico andaluz ha despertado en diversos momentos y sigue despertando hoy el interés de los estudiosos. En el caso concreto de la costa onubense , sin embargo, no han sido muchas las novedades aportadas desde la publicación de la obra, ya clásica, de Luis de Mora-Figueroa (1981). Entre los aspectos que quedan aún por dilucidar se encuentran los detalles del dilatado proceso constructivo, que conoció un momento importante hacia 1586, así como los repartimientos que se realizaron para su financiación. También es un aspecto destacable la constatación de que el circuito de torres construido entre finales del siglo XVI y principios del XVII fue más amplio del que nos ha llegado, ya que existieron atalayas que, como consecuencia sobre todo de una agresiva dinámica litoral, desaparecieron sin dejar rastro. Aparte de la desaparecida torre de El Terrón (junto al puerto del mismo nombre) y la de la de Marijata (que cubría todo el tramo entre San Miguel de Arca de Buey y Punta Umbría), existió otra almenara, la torre de Morla, que defendía el extenso hueco entre la del Río del Oro y la de la Arenilla._________________________The line of watch towers built on the
Atlantic Andalusian coast line has always
attracted the interest of experts. Focusing
on the coast of Huelva, however,
new insights on the issue have not been
abundant since the publication of the
classic study on the matter by Luis de
Mora-Figueroa (1981). Among those
aspects still to disentangle, we find those
referred to the long constructive process,
with its most important time circa 1586,
as well as the distributions that took place
to proceed to their final construction. It
is a quite remarkable aspect the fact that
the circuit of watch towers built between
the late 16th century and the beginning of
the 17th century was much more important
than the one we know today. That
is to say, there were towers which have
now disappeared, leaving almost no trace
behind, as a consequence of the changing
and aggressive conditions of the coast
line. Apart from the disappeared El Terrón
watch tower (named after the port next to
it) and Maniata watch tower (which covered
the way from San Miguel de Arca de
Buey to Punta Umbria), there was another
tower, Morla watch tower, which defended
the broad space between Rh del Oro and
Arenilla watch towers