Impacto de la jornada de sana distancia en la seguridad alimentaria en hogares

Abstract

La alimentación es una necesidad que ha sido cubierta a través de la historia de diferentes maneras y que es afectada por situaciones del entorno, sociales, económicas o de salud, como en el caso de las pandemias. La ocasionada por el coronavirus SARS-CoV-2, surgida en diciembre de 2019 en Wuhan, China, ha tomado grandes proporciones y ha obligado a los gobiernos de todos los países a implementar medidas acordes a su contexto, en el caso de México, se implementó la Jornada Nacional de Sana Distancia (JNSD) que estuvo vigente del 23 de marzo al 30 de mayo de 2020, con siete componentes orientados a salvaguardar la salud de la población, no obstante, la suspensión de actividades no esenciales con la consiguiente pérdida de empleos ocasionó que la seguridad alimentaria en los hogares se viera afectada y que las recomendaciones giren en torno a que las investigaciones se realicen con rapidez para orientar las políticas, sin esperar a los tiempos de las encuestas ya establecidas. La investigación tuvo el objetivo de identificar si existió algún grado de inseguridad alimentaria en los hogares de la Región VII del Estado de Puebla durante la Jornada Nacional de Sana Distancia. Se seleccionó la Escala Latinoamericana y Caribeña de Seguridad Alimentaria (ELCSA) que cuenta con 15 preguntas, las primeras 8 dirigidas a la seguridad alimentaria en adultos y las restantes a la seguridad alimentaria en menores de edad. Las preguntas se adaptaron sustituyendo el periodo de tres meses que habitualmente maneja por la JNSD, se capturó en Forms de Google Drive y se distribuyó mediante Facebook a estudiantes de los niveles de licenciatura y medio superior de la Región VII Tehuacán y Sierra Negra del Estado de Puebla. Los resultados obtenidos se analizaron de acuerdo hogar de adultos u hogar con menores de edad. Los resultados obtenidos muestran que la seguridad alimentaria durante la JNSD respecto a las cifras nacionales de la ENSANUT 2018, se vio disminuida en ambos tipos de hogares a menos de la mitad, con un impacto más grande en los hogares con menores de edad. La inseguridad alimentaria (IA) se incrementó también en ambos tipos de hogares y reflejó su mayor incremento con respecto a valores nacionales en la IA moderada. Los valores de IA severa también fueron superiores a los valores de la ENSANUT. La preocupación de que los alimentos se acabaran en el imaginario de los encuestados se presentó en un 75% de los hogares, poca variedad en la alimentación, falta de alimentos, comer solo una vez o no comer durante todo el día se cuantificaron a través de las respuestas a las preguntas 1 a 8 que corresponden a los adultos. En referencia a los menores de 18 años, en el 20% de los hogares los alimentos no tuvieron la calidad y cantidad necesarias. Se concluye el continuar investigando la evolución de la seguridad alimentaria y la importancia de la intervención desde la academia para orientar a la población ante las cifras poco alentadoras obtenidas

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