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TEORÍA, IMPACTOS EXTERNOS Y POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL DESARROLLO REGIONAL

Abstract

La Asociación Mexicana de Ciencias para el Desarrollo Regional, A.C. (AMECIDER), integra la red más importante de profesionales en México dedicados al estudio del espacio, el territorio y las regiones desde una perspectiva multidisciplinaria. Por más de dos décadas ha organizado encuentros nacionales que representan una plataforma de vinculación académica y de reflexión crítica de resultados de investigación. Desde su primer Encuentro en 1995 la convocatoria anual de AMECIDER ha contado con una amplia respuesta de participantes provenientes de la mayoría de las entidades federativas y de distintos países, lo cual ha contribuido a la difusión del conocimiento y la retroalimentación de las ideas bajo modalidades de mesas de trabajo organizadas actualmente en doce ejes temáticos que son conducidas por reconocidos expertos académicos. Los Encuentros se han enriquecido al incluir actividades complementarias como conferencias magistrales, foros especiales para alumnos de licenciatura e instituciones de posgrado, talleres de capacitación, sesiones de carteles, entre otros. El programa académico que ofrece anualmente la AMECIDER constituye así un espacio privilegiado para investigadores, profesores y estudiantes interesados en los estudios regionales, al mismo tiempo se ha constituido como un campo donde han surgido sinergias entre universidades, instituciones, grupos de trabajo y organizaciones nacionales e internacionales que mantienen intereses comunes en los estudios regionales. El 22° Encuentro Nacional sobre Desarrollo Regional en México se llevó a cabo en el otoño de 2017 en la ciudad de Villahermosa, Tabasco bajo el tema general: “Nuevos escenarios mundiales, repercusiones en México y potencialidades regionales”, mismo que da el titulo la presente colección. Para esta ocasión la AMECIDER contó con el respaldo académico y patrocinio de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, a través de la División Académica de Ciencias Económico Administrativas y el Gobierno del Estado de Tabasco, por medio de la Coordinación General de Desarrollo Regional y Proyectos Estratégicos. Como habitualmente ha ocurrido, también se garantizó el apoyo de la Universidad Nacional Autónoma de México, a través de la Coordinación de Humanidades, el Instituto de Investigaciones Económicas y el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias. El tema central de esta convocatoria se definió considerando una cadena de acontecimientos inéditos que han tenido lugar en los últimos años y que revelan el modelo de alto riesgo país y la vulnerabilidad de nuestras regiones. En primer lugar, el giro de la política exterior de Estados Unidos de América (EUA), bajo la administración de Donald Trump, ha planteado nuevos desafíos para el mundo, y especialmente para México, por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la incertidumbre de los flujos de inversión foránea y el endurecimiento de las políticas de control migratorio. Otro acontecimiento reciente fue la crisis económica de estados como Tabasco y Campeche derivada de los efectos del agotamiento de sus recursos petroleros, el desplome de los precios internacionales de los hidrocarburos y una reforma energética con magros resultados hasta ese momento. La apuesta a un modelo altamente dependiente de la renta petrolera, que parece haber encontrado su límite, despertó el interés por insistir en el tema de las potencialidades regionales a fin de analizar opciones que representaran nuevas fuentes ingresos y revalorar actividades que permitan reconstituir el tejido social y la base productiva de los territorios. Finalmente, resulta inevitable referirse a los sucesos derivados por los sismos registrados en distintas regiones de nuestro país en septiembre de 2017. Este año será recordado en nuestra historia reciente por los impactos sociales y económicos que dejaron los movimientos telúricos en entidades como Oaxaca, Morelos, Puebla, Guerrero y la Ciudad de México. Sabemos que diferentes regiones de nuestro país están expuestas a fenómenos naturales y ambientales, pero también es reconocido que las decisiones humanas y las condiciones de vulnerabilidad de la población son precursores indiscutibles de la producción social del desastre. Estos acontecimientos, que plantearon situaciones y escenarios de riesgo de distinta naturaleza, pusieron de relieve nuevamente la pertinencia de contar con una perspectiva territorial para la organización social y productiva, al tiempo que apuntan la necesidad de promover mecanismos de gestión regional y estrategias de desarrollo local, aspectos necesarios para mejorar las capacidades de protección, respuesta y recuperación de los territorios frente a eventos críticos y contextos adversos. En este sentido, el 22° Encuentro Nacional sobre Desarrollo Regional centro su interés en promover un espacio para presentar y discutir propuestas orientadas a la recuperación de las regiones y el impulso de sus potencialidades, lo cual conlleva a identificar los recursos y capacidades que ofrecen los territorios para aprovechar nuevos nichos de oportunidad y reactivar actividades que ofrecen ventajas para reactivar la economía y el empleo. Tomando en cuenta que contar con recursos es una condición necesaria pero no suficiente para el desarrollo regional, el tema central del Encuentro también convocó participaciones orientadas al fortalecimiento de capital humano, iniciativas para movilizar actores, redes de cooperación entre agentes, mecanismos para la innovación y la integración de cadenas de valor a fin de detonar capacidades endógenas. En este sentido se consideraron esfuerzos interesados en el rediseño de la gestión pública y la gobernanza territorial, así como el emprendimiento de estrategias de aprovechamiento sustentable y sostenible de los recursos. Las investigaciones correspondientes a los doce ejes de análisis y los trabajos de las sesiones especiales del Encuentro se agruparon en función de afinidad temática, lo que dio lugar a una colección de cinco volúmenes. En este primero se compendian los trabajos de tres ejes temáticos: a) Teorías, metodologías y técnicas para el análisis regional; b) Impactos externos, integración geopolítica y potencialidades estratégicas; y c) Democracia, políticas públicas y ordenamiento del territorio. Además se incluyen los correspondientes al Foro de Pregrado. La primera parte de este libro: Teorías, metodologías y técnicas para el análisis regional, coordinada por Rocío Rosales Ortega y Alejandro Mercado Celis, incluye trabajos que muestran la coexistencia de las diversas perspectivas teóricas y metodológicas, que continúan expresándose en el estudio de las regiones. En primer lugar, sobresale la dicotomía que persiste entre los trabajos que abordan el espacio como construcción social y aquellos que analizan el espacio como localización. Así, las diversas formas de analizar el espacio se encuentran vinculadas también a diferentes paradigmas económicos. Por un lado, encontramos el paradigma socioeconómico, el cual desarrolla una vinculación interdisciplinaria entre las prácticas sociales y los intercambios económicos que integran el mundo social y configuran la diversidad de territorios. Por otra parte, encontramos el paradigma de la economía ortodoxa que analiza las actividades económicas organizadas principalmente como sectores y al estudiar su distribución espacial, presta atención a la localización, recurriendo a las delimitaciones político-administrativas de México, o a la representación espacial de los censos económicos o de población, mediante el análisis de unidades de AGEB o sistema de cuadrantes. A pesar de las profundas diferencias entre ambos enfoques espaciales y económicos, que se expresan mediante el uso de metodologías y técnicas de la economía ortodoxa, como el análisis de la base económica y técnicas de shift and share, versus técnicas de investigación cualitativa, es posible identificar dos tendencias que nutren el debate en la investigación regional. Un tema recurrente y al mismo tiempo novedoso por las propuestas que se presentan, tiene que ver con la unidad de análisis espacial o la escala más adecuada para la investigación. En este sentido, la discusión sobre la construcción y la delimitación de la unidad espacial, acude a una revisión de las diferencias y relaciones entre territorio, ciudad y región, hasta el debate sobre la incorporación del vecindario como escala de análisis de los procesos económico-sociales. Por último, la relación entre procesos sociales como la criminalidad, la innovación tecnológica o la creatividad y su expresión espacial, han dado lugar a reflexiones que buscan comprender el desempeño económico de los territorios, al mismo tiempo, que visualizan la necesidad de políticas públicas que conjuguen, los intereses y visiones de los grupos sociales. La segunda parte del libro: Impactos externos, integración geopolítica y potencialidades estratégicas, coordinada por Adolfo Sánchez Almanza, considera la idea que el desarrollo de las regiones de México está sujeto a diferentes procesos, resultados e impactos de los diversos acuerdos supra-regionales y regionales, sub-nacionales o locales, tanto de orden geográfico, como social y económico, los cuales devienen en nuevas formas de integración, cooperación y/o competencia entre los agentes y tomadores de decisiones dentro de los sistemas de gobierno en cada una de las escales regionales así delimitadas. Existen varios impactos regionales de origen externo derivados principalmente de las relaciones de México con EUA en el marco del TLCAN, con el cual se realizan múltiples intercambios comerciales en el marco de cadenas globales de valor bajo el control de grandes empresas transnacionales, con una intensificación de las relaciones sociales sobre todo por fenómenos migratorios. No obstante, también se observa un proceso incipiente de diversificación de mercados con otros países o bloques de países, como en el caso de del Foro de Cooperación Asia Pacífico, especialmente con China. En este contexto, el territorio mexicano experimenta dinámicas contrapuestas en su crecimiento e integración global, generando espacios ganadores y perdedores que responden o se adaptan de manera diferenciada a los estímulos externos. Algunas regiones, ciudades o puertos mexicanos se han integrado a los flujos comerciales con Norteamérica, otras cuentan con un importante potencial económico y tienen vocaciones productivas o capacidad de atracción de inversiones; en la escala micro-regional se han especializado en productos como la leche desde la ganadería empresarial o el maíz en regiones indígenas. Sin embargo, se observan brechas de desarrollo entre el norte, centro y sur-sureste del país. México también resiente y enfrenta los efectos del cambio climático por lo que ha tomado iniciativas de cooperación internacional ante ello y ha impulsado mecanismos financieros en proyectos de energías renovables, como en la frontera con EUA. Asimismo, es importante definir una nueva ruta de desarrollo en función de los conflictos y nuevas formas de competencia y neoproteccionismo derivadas de la llegada de Donald Trump a la presidencia de ese país. En este marco, es previsible que las nuevas tendencias mundiales provoquen diferentes impactos geoeconómicos en las regiones de México, entre ellos destacan los derivados de la renegociación del TLCAN con cambios en la magnitud y origen y destino de las inversiones, sobre todo en los sectores manufactureros de exportación, así como el endurecimiento de la política de contención a la inmigración de trabajadores. Este nuevo escenario obliga a diseñar e instrumentar un nuevo modelo de país que permita superar las vulnerabilidades y riesgos en las regiones de México, considerando que en ellas existen importantes recursos sociales, económicos y naturales para promover su desarrollo. La tercera parte del libro: Democracia, políticas públicas y ordenamiento del territorio, coordinada por Dagoberto Amparo Tello y Amparo del Carmen Venegas Herrera, planteó la discusión de aspectos relacionados a la participación activa de los actores sociales y el reforzamiento de la ciudadanía, así como el análisis, evaluación y diseño de las políticas públicas, considerando su relevancia para tratar de incidir en el desarrollo más equilibrado y equitativo de las regiones, lo que se reflejaría, en última instancia, en un ordenamiento del territorio sobre la base de sus potencialidades y limitaciones, así como la propia sustentabilidad del mismo. Los trabajos seleccionados en este eje contribuyen con aportes relevantes como la creación de una nueva sociedad desde las regiones, en la que el proceso democrático es imprescindible, y en la que el concepto de gobernanza ayuda a identificar otros actores que participan en la definición del rumbo de esa sociedad, a través de la participación ciudadana, la cual es necesario fomentar para llegar a una verdadera democracia participativa que permita a los actores su incidencia en las políticas públicas aplicadas en asuntos de interés colectivo. Por otro lado, se realizan análisis de cómo se aplican políticas públicas de vivienda en México, relacionadas con el proceso de gobernanza y el análisis de los instrumentos institucionales en relación con la habitabilidad de la vivienda, así como con el análisis de cómo estas políticas inciden en el desarrollo urbano y en fenómenos como la periurbanización y el proceso de rururbanización de las comunidades. Además, en relación con las políticas públicas agrícolas y el desarrollo territorial, se presentan contribuciones que analizan las condiciones de desarrollo sostenible en las regiones, a través de algunas experiencias que ilustran cómo los centros integradores, los centros agroecológicos, las organizaciones productoras sociales y privadas así como las estrategias de intervención del Estado en la organización de la producción, van configurando el ordenamiento del territorio en las regiones. En esta sección se emprenden análisis que aportan evidencias sobre las dificultades que enfrentan algunos diseños de políticas públicas que tienen que ver con aspectos tan relevantes como las finanzas públicas municipales, los desafíos que enfrentan estas políticas en el objetivo del combate a la pobreza y en lo referente a la salud, como es el caso de las enfermedades de trabajo por trastornos mentales. Para finalizar, no podían dejar de abordarse las políticas públicas relacionadas con los usos del espacio público, la movilidad urbana y con una de las preocupaciones más apremiantes de los últimos años: la seguridad. En este último tenor, se analizan las condiciones de búsqueda de espacios públicos seguros, por medio de políticas públicas con enfoque de seguridad ciudadana, así como las disputas territoriales y su impacto en la inseguridad, la cual aunada a la violencia estructural influye en la construcción y el desarrollo de las regiones. En la integración final de este volumen se han considerado los trabajos del Foro de Pregrado, cuya coordinación estuvo a cargo de Serena Eréndira Serrano Oswald, Francisco Alejandro Ramírez Gómez y Alejandro Tlacaélel Ramírez de León. Como es habitual en los Encuentros de la AMECIDER, se ha dado continuidad a este espacio para fomentar la investigación, el debate académico y la búsqueda de conocimientos científicos entre los estudiantes de licenciatura. Como una forma de estimular a aquellos trabajos destacados, se instauró el Premio “Salvador Rodríguez” en el marco de este Foro y los dos trabajos aquí contenidos son ejemplo de los avances de los estudiantes una vez que cumplen con todos los requisitos para iniciar con su camino de producción académica. Cabe reconocer el trabajo de los autores y coordinadores que integran la presente obra, la cual ponemos a disposición del público lector con la confianza de que estamos entregando un material de referencia para seguir avanzando en la investigación del desarrollo de nuestras regiones. Los Coordinadore

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