research

Una semana con Sarita

Abstract

Esa mañana nublada del 15 de septiembre de 2011, después de salir de clase de Humanidades, mi mente giraba en torno a ese grande y pequeño tema importante sobre el que podría realizar mi crónica. Sentía que hasta caminaba lento de solo pensar en eso; suelo ser una persona distraída pero ese día lo fui en exceso. Al llegar a mi casa le dije a mi hermana Sarita que hiciéramos una tarea juntas. Me dijo que con gusto me ayudaría y fue ahí cuando empezamos a conversar sobre una anécdota de ella. Yo le pedí el favor de que me la contara día a día para así cumplir con la tarea de escribir una crónica pero a pedacitos. El primer día de narración mi hermanita estaba muy pensativa. No sabía qué contarme. Por lo tanto, esa noche le dejé la tarea de seguir pensando. Le dije que comenzara a contarme la historia mañana, y que por favor, su historia fuera feliz y no triste. El día siguiente, viernes 16 de septiembre era ese famosísimo día de amor y amistad. Las parejas se ven más felices que nunca y los amigos se ven más unidos. Me levanté y encontré cerca de mi cara dos regalitos divinos: Uno de mi hermana Natalia y otro de mis papás

    Similar works