Las reformas laborales 2010-2013 han provocado cambios normativos significativos y
otorgado un margen de flexibilidad empresarial muy amplio, lo que debe ser utilizado
por las empresas conforme a una actuación responsable, de acuerdo con unas políticas
de recursos humanos que apuesten por la estabilidad del capital humano, la experiencia,
los conocimientos y la formación. El fomento del emprendimiento y del trabajo
autónomo está ocasionando lo que la doctrina ha denominado la huida del Derecho del
Trabajo. Se promocionan formas no laborales de inserción de los jóvenes en el mercado
de trabajo, en las que el autoempleo puede desplazar la creación de puestos de trabajo
de calidad por cuenta ajena. Los retos del Derecho del Trabajo estarán en función de
cómo se manifiesten esas formas de realización de la actividad emprendedora de los
jóvenes en el mercado de trabajo. El carácter dinámico de nuestra disciplina debe
permitir paliar los efectos de esa huida del Derecho del Trabajo