El presente artículo tiene como objetivo reflexionar sobre un tema cada vez más controvertido como el de los microcréditos, concepto desarrollado en Bangladesh por el economista Muhammad Yunus. Se sabe que la clave de las altas tasas de retorno de los pequeños préstamos otorgados a las personas más desfavorecidas está, sobre todo, en la asignación de dinero a las mujeres. En este texto se analizan las contradicciones del tema desde dos puntos de vista: por una parte el inobjetable valor de las iniciativas que benefician a las mujeres y a cuya eficacia han contribuido sin duda la promoción que se ha hecho desde los medios de comunicación. Por otra, el hecho de que el redescubrimiento de su capacidad gestora esconda un trasfondo confuso de más trabajo del que ya tienen bajo la premisa del igual acceso a créditos