El objetivo de este artículo es reivindicar que las lenguas de señas o signos son sistemas lingüísticos naturales y no códigos artificiales de comunicación y que, por tanto, deben ser estudiadas como tales desde las disciplinas científicas. Con este objetivo, presentamos evidencias Neurolingüísticas y Psicolingüísticas que contradicen este prejuicio lingüístico arraigado en nuestra sociedad e incluso en ámbitos académicos universitarios