La mayoría de las intervenciones dirigidas a la población adolescente han partido de un modelo de déficit y se han centrado en la
prevención de conductas de riesgo. En la actualidad este modelo está siendo sustituido por otro de competencia que pretende promover
el desarrollo de chicos y chicas en esta etapa evolutiva. Por otro lado, existe cada vez mayor conciencia de que las actividades
extraescolares son un importante recurso a través del cual estimular el desarrollo adolescente. El objetivo de este trabajo es
revisar lo que hasta el momento sabemos de los programas extraescolares de desarrollo positivo, analizando entre otros aspectos,
las características de los programas exitosos o las consecuencias que tiene la participación en ellos. Asimismo, se exponen ejemplos
de dos programas extraescolares llevados a cabo en España con el objetivo de estimular el bienestar adolescente. Para concluir se
presentan algunas preguntas que todavía carecen de respuesta y futuras líneas de trabajo