La administración de álvaro uribe y su política exterior en materia de derechos humanos: de la negación a la contención estratégica

Abstract

El Estado colombiano se ha constituido en un ratificador estratégico de acuerdos internacionales en materia de derechos humanos. Dicha actitud se define por una combinación de apego legal con incumplimiento sistemático de esta normatividad. Este comportamiento ha sido sostenible en el largo plazo gracias a la aplicación de una estrategia diplomática internacional destinada a contener la presión de actores internacionales a favor de un mayor compromiso del Estado colombiano con los derechos humanos.  Esta estrategia, a su vez, está compuesta por los siguientes elementos: la negación de la existencia de violaciones sistemáticas, la inculpación de terceros actores por dichas violaciones (con el objetivo claro de desviar la atención de la responsabilidad del Estado mismo), la construcción de alianzas internacionales con países cuyo récord en materia de violación a los derechos humanos es tanto o más grave que el de Colombia y, la deslegitimación y el ataque constante a ONG y organizaciones internacionales que denuncian la preocupante situación en el país.  En este artículo se provee evidencia de este comportamiento durante las dos administraciones de Álvaro Uribe.The Colombian state has become a strategic ratifying international agreements on human rights. This attitude is defined by a combination of legal attachment to persistent breaches of this regulation. This behavior has been sustainable in the long term through the implementation of international diplomatic strategy for containing the pressure of international actors in favor of greater involvement of the Colombian state human rights. This strategy, in turn, consists of the following: the denial of the existence of systematic violations, the indictment of third actors for violations (with the clear objective to divert attention from the responsibility of the state itself), construction international partnerships with countries whose record on human rights violation is equally or more serious than that of Colombia and the delegitimization and the attack on NGOs and international organizations denounce the worrying situation in the country. This article provides evidence of this behavior during the two administrations of Alvaro Uribe

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