En las circunstancias actuales que vive Colombia, ha venido haciendo carrera la actitud de no responsabilizarse por las propias acciones. Asumir que son otros los que deben hacer las cosas y tomar las decisiones. Esta actitud va reflejándose cada vez más como mediocridad y se expresa en no pocos confines de la vida cotidiana, en el trabajo, en el estudio, en todos los escenarios. Esta mediocridad contribuye a generar violencia social del más variado tipo