La crisis económica ha provocado un aumento sustancial del desempleo entre la población inmigrante, cuyo tamaño ha continuado aumentando pese a la reducción de oportunidades laborales.
Tras un período de extraordinario crecimiento económico y una formidable generación de empleo, la población laboral inmigrante ha sufrido un duro ajuste durante el primer año y medio de crisis. Las tasas de paro se han elevado desde el 17% en 2008 hasta el 29% en el tercer trimestre de 2009. Una mayor exposición y vulnerabilidad del colectivo laboral inmigrante ha determinado un ajuste que, aunque está afectando también a los nativos, presenta características diferenciales que son estudiadas en este ARI