Para el próximo 8 de abril están previstas elecciones presidenciales en Argelia, en las que será elegido el presidente de la República norteafricana para un período de cinco años.
El sistema político argelino concede una enorme importancia a la figura del presidente (reforzada por la Constitución de 1996, calificada por muchos como de ultra presidencialista). Éste nombra al primer ministro, a los miembros del Gobierno, al gobernador del Banco de Argelia, a los oficiales militares superiores, a los jueces, a los responsables de la seguridad y a los walis (gobernadores), y puede legislar por decreto en una situación de urgencia en la que la Asamblea Popular Nacional no esté en período de sesiones. Por todo ello, la importancia de estas elecciones es muy grande, no sólo por conocer el nombre del próximo presidente, sino especialmente por ver si se desarrollan con limpieza y transparencia por primera vez en la historia del país. El actual presidente Abdelaziz Buteflika y el secretario general del FLN, Alí Benflis, aparecen como los dos principales candidatos, junto al islamista Abdellah Jaballah del MRN-Islah