Este proyecto tiene como objetivo diseñar un elemento que permita conectar un detector de
infrarrojos a un aparato cromatográfico en uso actualmente en el laboratorio de la
universidad.
Para ello se estudiarán los conceptos involucrados en los procesos de cromatografía,
incluyendo sus funciones, los detectores que se usan en la experimentación actual,
centrándose principalmente en el IR, y los materiales utilizados en estas prácticas.
Posteriormente, se escogerán ciertos elementos para formar finalmente una celda de IR
capaz de acoplarse al sistema completo. Una vez obtenido un montaje que cumpla con los
objetivos propuestos, se procederá a probar el resultado con unos procesos de
experimentación sobre muestras conocidas, para determinar si la sensibilidad y resolución
del montaje son suficientes para aplicarlos en análisis habitualmente.
Los resultados obtenidos determinarán la viabilidad de este método en diferentes
situaciones, ya que el objetivo de la experimentación es tener diferentes enfoques, por
ejemplo, se probará con polímeros de alto peso, de bajo peso, mezclas de polímeros o un
copolímero.
La utilización complementaria de diversos equipos de detección y medición permite estudiar
los análisis desde diferentes puntos de vista, sin embargo, suponen una complicación en el
montaje.
Se comprueba que si el espacio de paso por la celda tiene una anchura de menos de 2
mm, el funcionamiento es más adecuado para aplicar la espectrografía.
Se ha hecho un prototipo funcional, que ha permitido realizar una experimentación que,
debido al uso de cloroformo como disolvente, otorga resultados interesantes en las bandas
de IR entre 1600 y 2200 cm-1, esta región es adecuada para el estudio de los polímeros
que se analizan, como el ácido poliláctico o el PMMA. Además estas señales obtenidas
presentan la suficiente intensidad como para realizar un cromatograma HPLC-GPC