research

El museo del pan: un espacio recuperado

Abstract

El Museo del Pan ha sido diseñado a partir del edificio existente de la Iglesia de San Juan, en la localidad de Mayorga. La iglesia es de estilo mudéjar y estaba abandonada desde hace mucho tiempo. Siendo insuficiente su superficie para albergar los contenidos del museo, se hizo necesario construir un nuevo edificio en el solar disponible, adosado a la iglesia por el lado opuesto a la cabecera. El nuevo edificio queda así determinado por la forma del solar, el edificio adosado medianero y el patio posterior. El arquitecto plantea el edificio nuevo como un volumen ciego al exterior, evocando la arquitectura de los silos de grano y la arquitectura popular de la Tierra de Campos, así como la arquitectura muraria característica de los edificios públicos en contraste con el caserío. Intencionadamente busca el contraste entre lo existente y lo nuevo, entre lo antiguo y lo contemporáneo, pues en este contraste la iglesia se realza y valora, incluso más que antes de la intervención, en una idea de neutralidad y respeto del edificio nuevo por lo existente, pero al mismo tiempo se establece una relación de unidad entre ambos, en la imagen exterior del conjunto, a través del color blanco de la cal de la iglesia y el hormigón blanco del edificio nuevo. El nuevo edificio se proyecta interiormente como un contenedor cerrado al exterior, de cuatro niveles de altura, determinado en planta por la forma del solar existente, y dentro de este contenedor, cada planta se recorta con distintas formas con respeto a los muros perimetrales, diferenciando contenedor y contenido, dando lugar a espacios de distintas escalas, algunos con toda la altura del edificio, enriqueciendo espacialmente el interior del edificio y los recorridos. Las superficies de hormigón del contenedor posibilitan la utilización de recursos expositivos de gran tamaño o proyecciones de imágenes de distintos tamaños directamente sobre el hormigón. El edificio nuevo es de hormigón visto por fuera, y por dentro y se ha elegido este sistema constructivo de hormigón y encofrados de madera por alusión a la masa y los moldes utilizados en la elaboración del pan y la repostería. Se ha puesto especial atención a la expresividad de los hormigones estampados por los encofrados utilizados de madera de distintos espesores, cuya textura se realza y valora con la luz natural que a través de los lucernarios de la cubierta bañan las paredes del Museo de arriba a abajo en toda la altura, y así iluminados forman los fondos de perspectiva en los recorridos por las distintas secciones del Museo. Esta luz será cambiante a lo largo del día y las estaciones del año. La textura y la luz cambiante introducen nuevas dimensiones en el espacio enriqueciendolo, como el tacto y el tiempo y el olor a pan del obrador que inundará la atmósfera del Museo. La luz natural tiene intencionadamente una especial presencia en el espacio de unión de los dos edificios. En la planta segunda, un gran ventanal permite al visitante una conexión visual panorámica con el entorno en el que se ubica el edificio. En el interior del Museo predomina la penumbra, por el color gris de las paredes de hormigón y los pavimentos y techos de color oscuro, para suscitar la curiosidad del visitante por recorrerlo y descubrirlo y dentro de esta atmósfera resaltar los contenidos, como los panes, que alojados en vitrinas de cristal se valoran como pequeñas joyas. Buscando la sobriedad, los materiales utilizados en todo el museo, se limitan a hormigón visto, entarimado de madera de castaño y cristal. Arquitectura de referencias y alusiones al mundo del pan, dirigidas a los visitantes, a través de las formas y la luz, las palabras de la poética arquitectónica. Con esta intervención se ha conseguido la recuperación de un edificio deteriorado de nuestro patrimonio y un nuevo edificio contemporáneo que se incorpora a la silueta y al perfil urbano de la localidad de Mayorga, en la comarca de la Tierra de Campos, en la provincia de Valladolid.Peer Reviewe

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