Las actuaciones humanas sobre los ríos llevan mucho tiempo produciéndose, y hasta nuestros días el sentido de éstas era mejorar la vida de los que en sus proximidades se encontraban (ya fuese para evitar inundaciones, crear vías de comunicación paralelas a los cauces, aprovechamientos hidráulicos…). Por otro lado, hay que decir que en los últimos tiempos parece que se ha despertado una conciencia medioambiental, cada vez, afortunadamente, más fuerte e insistente. Estos dos aspectos (las obras en los ríos y el respeto por el medioambiente) son los que van a marcar la dirección de este trabajo: trataremos de ver cómo afecta al estado natural del río una actuación antrópica, concretamente nos centraremos en ver cómo la construcción de la Autovía del Baix Llobregat (1998) ha interferido en el río Llobregat cuando ésta actúa como límite del cauce de avenidas. Básicamente, el aspecto que estudiaremos será la estabilidad del cauce, esto es, si a causa de la actuación, se ha producido erosión o acreción. Analizando el caso a priori, y observando los efectos sobre el río, es evidente que esa estabilidad se ha traducido en una erosión del cauce, mejor dicho: el estado en que se dejó el río tras la construcción de la autovía no era estable, lo que ha llevado a una progresiva erosión hasta la situación actual