Universidad de Sevilla. Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática
Abstract
En el sistema educativo actual, es habitual que el
estudiante concentre la mayor parte de su tiempo
de estudio en las fechas cercanas a las pruebas de
evaluación. Con el objetivo de fomentar el trabajo
constante a lo largo del curso, exponemos una
metodología docente basada en la evaluación
continua y modelable por el alumno, que al mismo
tiempo ayuda a evitar el plagio. Por un lado, los
laboratorios se evalúan ‘in situ’ mediante una
prueba que se realiza durante la sesión, en la que
el alumno debe demostrar que ha preparado
previamente la práctica y que ha realizado y
entendido las actividades realizadas a lo largo de
la sesión de laboratorio. Por el otro, en las clases
de teoría y problemas, utilizamos trabajos
voluntarios consistentes en problemas de
dificultad variable y cuya evaluación puede, a
elección del alumno, reducir de forma
considerable el peso del examen final. Para
fomentar el trabajo colaborativo, éstos pueden
realizarse opcionalmente en grupo, aunque su
corrección se realiza individualmente en horario
de tutorías. Esta metodología ha sido utilizada
exitosamente en dos asignaturas de la titulación de
Ingeniería en Informática de la Universidad de
Valencia. En el artículo se exponen los resultados
académicos obtenidos, que respaldan su
efectividad.SUMMARY: In the current Higher Education system, it is
common that students concentrate most of their
effort close to the examination dates. In this paper
we present a teaching methodology that aims at
encouraging continuous work. To this end, an
adaptive evaluation model has been used. This
model inherently contributes to avoid plagiarism.
On the one hand, computer labs are evaluated “in
place”, by means of a test that students much
complete at the end of each session. In this test,
the student has to demonstrate that both the prelab work and the lab activities were appropriately
done. On the other hand, voluntary course works
are proposed during theoretical lectures. These
consist of a collection of problems of variable
difficulty. By handing their solution, students may
considerably reduce the weight of the final exam.
In addition, to encourage collaborative learning,
these can be optionally solved in teams.
Nevertheless, marking is always done
individually, in tutorial hours. This methodology
has been successfully applied in two modules of
the Computer Science degree at the University of
Valencia. This article presents the academic
results that support its benefits.Peer Reviewe