Abstract

La evaluación es un elemento que preocupa siempre a todos los implicados en el proceso educativo (profesores, alumnos, responsables académicos, etc.). Sin embargo, la evaluación es un concepto muy amplio y no todas sus facetas preocupan de igual manera ni reciben la misma atención. Evaluar, desde luego, es asignar una calificación que refleje el nivel de aprendizaje. Pero evaluar es también identificar lo que debe mejorarse de cara al curso siguiente. En nuestro artículo, partiendo del modelo de Donald Kirkpatrick sobre los diferentes enfoques de la evaluación, describimos las estrategias y técnicas que utilizamos en la actualidad para desplegar un sistema de evaluación de amplio alcance, en el contexto del proceso de adaptación de nuestras asignaturas de primeros cursos de ingeniería a los requerimientos del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Precisamente en el contexto del EEES algunos enfoques de la evaluación a los que normalmente se presta poca atención, como es el caso de la evaluación del seguimiento de la actividad del alumno, adquieren una relevancia muy importante.Postprint (published version

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