La presente investigación estudia los debates político-teológicos entre dos
grupos católicos a mediados del siglo XIX en el Perú. Estos formaron parte de disputas
transnacionales que cambiaron el rostro de la Iglesia católica universal. Los grupos
fueron el ultramontano y el liberal-regalista. Ambos tenían posturas contrapuestas sobre
la relación Estado-Iglesia y la participación de la Sede Apostólica en la Iglesia local. El
ultramontanismo fomentó el proceso romanizador y buscó la firma de un concordato
que legitimara la autoridad romana sobre la Iglesia peruana. Por otra parte, el
liberalismo-regalista rechazó la autoridad jurídica y doctrinal del papado sobre la Iglesia
local y consideró el Patronato eclesiástico como un derecho estatal.
La Revolución de liberal de 1854 y la Constitución de 1856 generaron un fuerte
rechazo entre los clérigos, los militares, y otros grupos de la sociedad. A pesar de ello,
los ultramontanos triunfaron como los portadores del discurso auténticamente católico.
Además, la política de Ramón Castilla, que evitó enfrentarse con la Iglesia y se desligó
a fines de 1857 de los liberales, favoreció la victoria ideológica del ultramontanismo.Tesi