El objetivo de esta investigación fue describir los vínculos de apego que establecen los niños víctimas de la violencia intrafamiliar activa y pasiva con las personas de su ambiente más próximo. El estudio se realizó con una muestra de 27 niños, entre 9 y 12 años de edad, que viven en sectores socioeconómicamente en desventaja de la ciudad de Barranquilla (Colombia). El método fue el de la Teoría Fundada o Grounded Theory de Glasser Strauss (1967), el cual contribuyó a generar posturas a partir de la interpretación que los niños tenían de los vínculos de apego que establecen con sus padres o cuidadores y otras personas de su entorno. Se diseñó una entrevista semi-estructurada, que contempló cuatro categorías de análisis: Confianza, Comprensión de Sentimientos, Intimidad y Disponibilidad. Los resultados permitieron determinar, en primer lugar, la presencia activa de diferentes personas y contextos en la vida de estos niños trascendiendo el ámbito de la familia nuclear. Estas figuras subsidiarias, abuelos, tíos, primos, hermanos (cumpliendo roles parentales), amigos, vecinos y profesores, entre otros, son percibidos como personas que contribuyen a la construcción de una imagen de sí mismos, les brindan afecto, confianza y se preocupan por ellos, ayudando a mitigar así las carencias de base que encuentran en una relación inadecuada con los padres. También se encontró que los niños víctimas de la violencia activa perciben mayor inaceptación por parte de sus cuidadores principales que los víctimas de la violencia intrafamiliar pasiva, hecho que se relaciona con una marcada búsqueda de reafirmación de su valía en otras figuras, sean estos sus amigos u otros adultos