El presente ensayo plasma un examen de las bases y la función del concepto de corrupción. El debate se centra en la versión más desarrollada y seminal de esta noción en la sociedad moderna. En primer lugar se presenta una discusión referida a sus definiciones y se sostiene que hay una diferencia significativa, aunque muy negada, entre la comprensión moderna y premoderna de la corrupción. Se afirma que aquella está directamente ligada al crecimiento de la organización de la vida social y de los intereses por la vía de las categorías de lo público y lo privado. Igualmente, se sostiene que la función principal de la idea de la corrupción, y de las reglas y los rituales que se derivan de ella, ha sido la de mantener las categorías de lo público y lo privado puras y creíbles. Para ello, se demuestra la homología entre, por un lado, las reglas que aluden a los alimentos limpios y sucios en el Levítico y, por el otro, las reglas referidas a la política limpia y sucia en el reglamento de ética del Congreso1. Con base en esta revisión del reglamento del Congreso, se identifican y exponen los componentes claves que subyacen al concepto moderno de corrupción. Finalmente, el escrito concluye con una discusión sobre las implicaciones de este argumento para la cuestión de la corrupción corporativa, la proliferación aparente de los discursos anticorrupción y la política en general.