Introducción a la dialéctica kantiana

Abstract

El universo de Kewton, de perfección racionalista, tenía una estructura inteligible, matemática. Kant aceptó el universo de Kewton, sin aceptar su ingenuo dogmatismo. Por eso convirtió el espacio y el tiempo absolutos de Newton en formas de los sentidos. E hizo, del orden mecánico de la naturaleza, un orden de la inteligencia. Por el poder formal de la sensibilidad y del entendimiento le nace al mundo una estructura matemática. En eso consiste el copernicanismo de Kant, tan alabado y tan discutido: el espíritu es una especie de sol que establece en su contorno un orden sistemático, que se rodea de una cintura cósmica. Pero, con su teoría del entendimiento, Kant limitó el alcance de la ciencia natural. La ciencia no se ocupaba, entonces, de estudiar objetos reales, sino de objetos aparentes. La filosofía kantiana estableció, de tal manera, una odiosa uniformidad en el error. Sacrificó la verdad, pero salvando las dos cualidades que, para un racionalista de corazón como él, eran las más preciosas: la necesidad y la universalidad del conocimiento

    Similar works