La finalidad de este trabajo, es analizar la mediación como forma alternativa al proceso judicial en la resolución de conflictos, concretamente en relación con su aplicación en las crisis familiares, profundizando en cada una de las prácticas, técnicas y principios necesarios para que esta se dé.
Los profesionales de los ámbitos jurídicos, sociales y psicológicos, se vienen enfrentando desde hace décadas al fenómeno del divorcio y las crisis familiares, y fruto de su experiencia, surge la reflexión sobre la necesidad de aminorar tanto los costes emocionales como económicos que las rupturas traumáticas ocasionan a la familia. Algo que se puede conseguir con la mediación familiar, siendo esta un método más rápido y previsiblemente más económico que un proceso judicial, entre otras ventajas.
Dicho procedimiento, se desarrolla a lo largo de varias entrevistas en las que están presentes los dos miembros de la pareja y el mediador, guiando éste la negociación que abarca los temas que afectan a la ruptura. Otorgándose protagonismo a la pareja, favoreciendo la adopción de acuerdos al tener en consideración que las partes no son adversarios, si no progenitores con un interés común, el de sus hijos, y ellos mismos han de encontrar la solución al conflicto
