Vivimos en la era tecnológica. La tecnología forma parte de nuestras vidas; recurrimos a
ella para todo; trabajo, estudios, comunicación o entretenimiento. No nos podemos ni
imaginar una vida en la que no tuviésemos acceso a internet, al ordenador o al
Smartphone.
Los avances tecnológicos nos permiten estar conectados las 24 horas , acceder a infinidad
de información con un simple ‘click’ o estar al día de las últimas noticas. Pero ¿sabemos
realmente dónde está el límite en ese uso que hacemos de las nuevas tecnologías? ¿En
qué momento deja de ser una ayuda para convertirse en un problema?
En los últimos años hemos sido testigos de la gran revolución experimentada en este
campo, del desarrollo de plataformas como las famosas redes sociales o de la evolución
que han experimentado los teléfonos móviles, ahora más conocidos como Smartphones.
Existe una delgada línea entre el uso que hacemos de todos estos medios y el desarrollo
de una dependencia, que puede traer consigo graves problemas en el futuro.
A medida que crece la tecnología, lo hacen también los problemas que ésta causa en los
individuos, problemas tales como la adicción o la dependencia.
A lo largo de esta investigación se pretende profundizar en la relación que los individuos
tenemos con la tecnología, así como los efectos que tiene sobre nosotros