El uso ilegal de recursos naturales es un factor central en la degradación ambiental a nivel global. La eficacia de las medidas de conservación, como las áreas marinas protegidas (AMP), se basa en el cumplimiento de regulaciones por parte de los usuarios. A pesar de que el cumplimiento puede ser impulsado por normas sociales (e.g., presión de grupo y legitimidad), generalmente algún grado de coacción es necesario. La coacción en las AMP oceánicas es económicamente costosa; pero los costos se pueden optimizar al mismo tiempo que se incrementa la efectividad de las medidas de conservación. Aquí presentamos un estudio de caso del Parque Nacional Isla del Coco, Costa Rica, una AMP oceánica y Patrimonio Mundial Natural que enfrenta presión de pesca ilegal. Analizando registros de patrullaje determinamos la distribución espacial y temporal de la pesca ilegal, y su relación con el esfuerzo de patrullaje. La pesca ilegal se concentró alrededor de un monte submarino dentro del Parque y alcanzó su punto máximo en el tercer trimestre del año, probablemente debido a las condiciones oceanográficas. Además el ciclo lunar, junto con el momento del año, jugó un papel importante en la incidencia de pesca ilegal. La previsibilidad de la pesca ilegal en el espacio y el tiempo permite optimizar el esfuerzo de patrullaje. Los pescadores ilegales reincidentes son comunes en el Parque Nacional Isla del Coco, y la dificultad para aplicar los reglamentos y una gobernanza débil son, en parte, causantes del problema. Subrayamos que el patrullaje—si bien puede mejorar—no es el eslabón débil en la cadena de coacción, sino los procesos subsiguientes que están principalmente en manos de la fiscalía. Con el fin de mejorar el cumplimiento de regulaciones por parte de los pescadores, ofrecemos una serie de recomendaciones para la distribución eficiente del esfuerzo de patrullaje en el espacio y el tiempo, el establecimiento de sistemas adecuados de gobernanza y de políticas, y la zonificación de un área que rodea el Parque. Nuestros métodos y recomendaciones son aplicables a otras áreas protegidas (terrestres y marinas) y al manejo de otros recursos naturales