Treinta años atrás Charles Percy Snow, y como hace doscientos cincuenta Denis
Diderot y Jean LeRond D'Alembert, señaló la existencia de dos subculturas en la sociedad, la
científica y la humanística, cuyos miembros permanecen ajenos los unos de los otros.
El daño que este mutuo apartheid les infiere como hombres de letras, pues ambos lo son
pese a sus diferencias, es evidente cuando los humanistas, sin indagar la naturaleza de la
literatura científica, interpretan, juzgan o rememoran la obra de sus autores